sábado, noviembre 04, 2006

AGRESIONES A PATRIOTAS

Noticia: Dos soldados, de 18 y 19 años de edad, recibieron una paliza el pasado día 1 de noviembre en pleno centro de Burgos por llevar una camiseta militar con la bandera de España cosida, según el relato de uno de ellos.

Las víctimas, el más joven es de Valladolid y el otro de Burgos, habían acudido a esta última ciudad a celebrar su jura de bandera que había tenido lugar en Segovia. Mientras paseaban por la zona de la Catedral, hacia las dos y media de la madrugada de la festividad de Todos los Santos «sentimos que nos seguían. Estábamos solos y nos dio mala espina la aparición de unos siete jóvenes que comenzaron a perseguirnos», destaca ya en su casa de Valladolid una de las víctimas.

Los soldados vestían pantalones vaqueros y una camiseta de la promoción de artilleros con el lema: 'España, servir hasta morir' y con una bandera española cosida.

Siempre según su relato, el grupo de jóvenes, que no lucían símbolos que pudieran ver, comenzó a aumentar y previendo el peligro que los acechaba, los dos soldados intentaron darles esquinazo; pero no fue posible. «Dos de ellos se colocaron delante de nosotros y nos dijeron: 'Vosotros de qué vais'». Los asaltantes se habían cubierto con una 'braga' de cuello para encararse con los dos jóvenes. «Mi amigo giró, corrió y se libró de ellos», explica el vallisoletano. Aún así, «le lanzaron una botella de vidrio a la cabeza y lograron darle, pero escapó». «Yo al correr y saltar unas escaleras, me caí y se me echaron encima unos cinco o seis a la vez, al final fueron quince o diecisiete, era difícil contarlos».

Mientras un soldado lograba huir, el otro recibía, asegura «una auténtica paliza». Patadas en el estómago, puñetazos, insultos y golpes donde apenas le cabía poco más que defenderse e intentar escaparse, aunque varios de los intentos resultaron fallidos, acorralándolo de nuevo contra la pared con nuevos golpes y codazos. Finalmente, cuando casi le habían arrancado la camiseta logró deshacerse de ella y echar a correr hasta la casa de su amigo. Desde allí le llamó y supo que él ya había avisado a la Policía.

El soldado que consiguió escaparse al principio de la pelea, llamó escondido en la Plaza Mayor al servicio de emergencias del 112. Acudieron varios policías que le recogieron en el coche y fueron con él al lugar de los hechos para ver si reconocía a los asaltantes. La operación no tuvo éxito y fue trasladado a la Comisaría para comunicar la agresión. Allí la Policía le comentó que «son los mismos de siempre». Ninguno ha presentado finalmente denuncia «porque tenemos que vivir dos años en Burgos y no queremos problemas».


Desafortunadamente este tipo de sucesos, frecuentes en los tiempos que corren, son los que no salen en los medios de comunicación aunque a estas alturas no sorprende ya que la manipulación y la censura están a la orden del día, gran contradición viniendo de gente que se hace llamar "demócratas". Luego si el suceso es al contrario a los periolistos les falta tiempo para sacarlo en las noticias y darle bombo para que todo el mundo se entere de lo malos que son los "nazis", "fascistas", "fachas" o como quieran llamarnos en sus medio de manipulación.